Bye Bye Piccoro - San

"Igual que Piccoro. Yo me voy pero todo sigue igual"

Un tok tarde pero valedero. Este país es una mierda. Son tan pocas las oportunidades que uno tiene en este país que al final la "fuga de talentos" resulta la única salida viable a fin de poder ganarse el pan de cada día y subsistir. Primero fue el Pato, luego la papa, y ahora El Maestro, Mí Maestro.

Recuerdo que llegó a mi salón en quinto grado de primaria cuando repitió el año (1992). Un tipo exéntrico, raro, único como el mismo. En aquel año el video juego de moda era "Street Fighter II" en Super Nintendo, y para sorpresa de todos, El Maestro se juraba "Blanka", emulando no sólo sus ademanes sino también sus movimientos de pelea. Pero no fue sino hasta el año 1994 que nos hicimos patas. La primera vez que tal vez interactuamos fue cuando le estaba pegando (jugando) a otro pata, emulando el "Burning Plasma" de Ultraman.... sí, a partir de ese año El Maestro fue Ultraman.

Desde aquel año nos hicimos bien patas, ya que El Maestro era el único a quien yo podía llamar un viernes en la noche o un sábado de la nada para reunirnos y no me venía con una típica excusa de "no me dan permiso". Era uno de los pocos independientes que extistíamos en aquel entonces. Puta mare, recuero sus excentricidades, su "transformador Delta Gamma Pendant" (que era representado por una cadenita de bolitas, esas que vienen sujetando las etiquetas de las recordadas tabas "Troop"), y su casaca negra en la que radicaba todo su poder, hahahaha... no puedo negar que cuando me la puse se sentía el KI acumulado. Esa es una de las noches que más recuerdo, salimos el viernes en la noche de la AELU en busca de aventuras y yo me juraba "The Great Sayaman" - claro pes, si yo me juraba Gohan - (los que seguimos Dragon Ball Z sabemos de lo que hablo). Lástima que le pasara la mala vibra y esa misma noche se la robaran. Sorry Maestro, no fue mi intención y lo sabes.

De allí, otra de las cosas memorables fue cuando en cuarto año se puso de moda la lucha libre "vale todo", y jugamos con un grupo de amigos un pequeño campeonato en el grass. Esa vez salieron campeones El Maestro y "Sawada", quienes para desilución nuestra nunca llegaron a pelear. Como yo ya estaba acostumbrado a pelear con El Maestro - la primera vez le gané -, me aventuré a pelear con los campeones para ver qué tanta diferencia había conmigo. Grave error, los dos me patearon el culo, y bien pateado. De ello fue testigo "La Mitra" - cabro de mierda que no quisiste pelear!!!!... pero la anécdota más saltante fue cuando peleé con El Maestro, que en un acto de omnipotencia se puso a meditar en medio de la pelea, y cuando parecía que todo iba a mi favor (obviamente, si yo lo tenía agarrado del cuello mientras él estaba sentado en la posición de la flor de Oto cómo podía perder?), el maldito detuvo el tiempo - literalmente, sino que me desmienta La Mitra - y yo fui quien terminó en la lona clínicamente muerto por 5 minutos luego de recibir la famosa llave de "Guile". Felizmente El Maestro se apiadó de mi y le dijo a Enmadaiosama que me devuelva el alma al cuerpo. De allí, nunca dudé de su inmenso poder, ni de su habilidad de predecir el futuro.

En fin, si me pusiese a recordar todas las aventuras habidas me faltaría Blog. Lo que sí es que lo voy a extrañar Piccoro San, y nada me trae más nostalgia que ver aquel capítulo donde Piccoro se interpone entre el rayo que le mandó Nappa a Gohan para salvarlo.

Que te vaya bien en el lejano oriente, y ya nos volveremos a ver. Porque como tú lo dijiste, todo sigue igual.